Praga, la ciudad de las cien torres; Viena, la capital de la música clásica; y Budapest, la perla del Danubio. Estas tres ciudades forman un triángulo de cultura, historia y belleza en el corazón de Europa. Como todo destino turístico, tienen sus puntos famosos de mayor atracción, y otros, no tan virales; pero con el mismo nivel de encanto que las de renombre.
Para las y los aventureros que optan por salirse del libreto en sus travesías por el mundo, en esta nueva edición bloggera de Babel Viajes, te comentaré en breves palabras 3 lugares recomendables en tu visita por éstas metrópolis centroeuropeas.
TIERGARTEN SCHÖNBRUNN, EL ZOOLÓGICO MÁS ANTIGUO DEL MUNDO (VIENA)
Los jardines del palacio, que se extienden por 160 hectáreas, son un espectáculo de naturaleza y arte, con senderos arbolados, rosales, fuentes, estatuas, y hasta un laberinto. En lo alto, una glorieta ofrece vistas panorámicas del complejo. Dentro de estos jardines se encuentra el Tiergarten Schönbrunn, el zoológico más antiguo del mundo, fundado en 1752 como una menagerie imperial y ahora reconocido como Patrimonio de la Humanidad. A pesar de la caída del Imperio Austro-Húngaro, el zoológico conserva su encanto barroco y alberga más de 700 especies, incluyendo los pandas gemelos Fu Feng y Fu Ban, nacidos en 2016.
LA COLINA PETRIN (PRAGA)
Descubre la encantadora colina Petrin, un oasis de tranquilidad al lado de los barrios antiguos de Praga. Aunque no todos se animan a alejarse del bullicio del centro para explorarla, te aseguro que vale la pena el desvío. Es el lugar perfecto para llenar tus pulmones de aire puro y admirar Praga desde una perspectiva diferente. Si bien el mirador del barrio del castillo es fácilmente accesible, te invito a aventurarte un poco más allá y disfrutar de unas vistas espectaculares de la ciudad, incluyendo el barrio del castillo con sus emblemáticas Catedral de San Vito y San Wenceslao.
Para llegar a la cima de la colina Petrin, prepárate para un agradable paseo de entre 30 y 45 minutos por un camino serpenteante, aunque si prefieres evitar el ejercicio, siempre puedes optar por el funicular que opera casi todo el año.
¿Qué maravillas te esperan en esta colina? Además de una vista panorámica de las ciudades históricas de Praga, la colina es famosa por albergar una estructura similar a la torre Eiffel de París. Aunque la versión checa es más modesta en tamaño, con sus 63 metros de altura, su ubicación elevada le permite rivalizar con la altura de la torre parisina. Construida para la Exposición de 1891 y trasladada a su ubicación actual en 1932, puedes ascender sus 299 escalones o tomar el ascensor para disfrutar de las vistas desde lo alto, eso sí, con entrada de pago.
Además, la colina es hogar de la Iglesia de San Lorenzo y ofrece agradables paseos por sus alrededores. No dejes de visitar el Monumento a las Víctimas del Comunismo, un homenaje a aquellos que sufrieron bajo el régimen totalitario, ya sea encarcelados, ejecutados o de alguna otra manera afectados. Inaugurado en 2002, este conjunto escultórico representa a personas que descienden por una escalera y que gradualmente van desvaneciéndose, una imagen poderosa que no te dejará indiferente. Lo encontrarás cerca de Ujezd, justo donde se toma el funicular.
En cuanto al transporte, el Funicular de Petrin parte desde el pasaje de U Lanové Dráhy, accesible desde la calle Ujezd, conocida por la Iglesia del Niño Jesús de Praga en Mala Strana. El funicular hace una parada intermedia en Nebozizek, donde hay un restaurante y un mirador, antes de llegar a la parada final en Petrin, cerca de la Torre, el observatorio Frederick y la iglesia de San Lorenzo Sv. Vavrinec.
LA GRAN SINAGOGA DOHÁNY (BUDAPEST)
Antes de la Segunda Guerra Mundial, Budapest era hogar de una floreciente comunidad judía, constituyendo el 23% de la población de la ciudad. Esta comunidad era conocida por su integración y su ferviente patriotismo húngaro. La Gran Sinagoga de Budapest, también llamada Sinagoga Dohány, es un símbolo de la modernidad y apertura de los judíos húngaros, contrastando con la ortodoxia de otras comunidades.
Este imponente santuario es la segunda sinagoga más grande del mundo, superada solo por la de Nueva York. Su diseño es una fusión de estilos arquitectónicos, destacando el neomudéjar en su fachada y un rosetón neogótico que captura la mirada. El interior, con sus tres naves y decoración opulenta, recuerda más a una catedral cristiana que a una sinagoga tradicional, y cuenta con un órgano tocado por un no judío, respetando la tradición de no trabajar en sábado.
El patio alberga el conmovedor Memorial a los Mártires Judíos Húngaros, representado por un sauce llorón de metal, con hojas grabadas con los nombres de las víctimas del Holocausto. Curiosamente, hay un cementerio en el patio, algo inusual en el judaísmo, pero necesario durante 1944 cuando muchas vidas se perdieron en el gueto debido al hambre y el frío.
Entre los homenajeados en el patio, destaca Ángel Sanz Briz, conocido como “el ángel de Budapest”, un diplomático español que salvó a más de 5000 judíos húngaros. Para aquellos interesados en profundizar en su historia, se recomienda el libro “El Ángel de Budapest” de Martín Alarcón.
La visita a la Gran Sinagoga de Budapest es imprescindible para quienes deseen sumergirse en la rica historia y belleza arquitectónica de la ciudad.
- Ubicación: Intersección de las calles Wesselényi y Dohány
- Transporte: Estación Astoria de la línea 2 de metro
- Entrada: 3000 forintos húngaros (aproximadamente 8,5 euros)
- Horario: Abierta de domingo a viernes de 10:00 a 16:00, extendiéndose hasta las 18:00 en verano.
